por Carlos Enrique Vega
A continuación le presento algunas imágenes de rostros, arquitectura y paisajes que capté en marzo del 2013 cuando estuve recorriendo este lugar de Oriente Medio que todos los días atrae a cientos y cientos de visitantes provenientes de muchas partes del mundo, deseosos por ver “lo más ostentoso”, “lo más grandioso”, “lo más impresionante”; algo que representa grandes ganancias pero que también plantea grandes retos al visionario que lo ha hecho posible. Además de mostrarle al menos un poco del encanto que en mí provocó esta experiencia fotográfica, quiero invitarlo a que usted también comparta sus propias experiencias, sin importar el tema. Estoy seguro que sus imágenes y sus relatos pueden darnos a conocer mucho.
Una historia de éxito
Resulta difícil creer que Dubai, hoy en día un importante destino turístico y uno de los principales actores de la economía mundial, fuera hace menos de un siglo poco más que un páramo desértico, hogar de beduinos y de un grupo de colonos asentados junto a una ensenada natural de agua de mar que ocupaba el centro de la ciudad. Durante la época en que Europa se embarcaba en la Primera Guerra Mundial, Dubai aún no tenía agua corriente, sistema eléctrico, ni carreteras, y el principal medio de transporte era el camello.
Se dice que sus orígenes provienen de pequeñas comunidades pesqueras que habitaron en el litoral del Golfo Árabe (actualmente más conocido como Golfo Pérsico) hace unos 4000 años, cuando servía como parada de la antigua ruta comercial entre Mesopotamia y el valle del Indo. Hallazgos arqueológicos recientes revelaron que la región ha tenido habitantes desde el año 3000 a.C.; hay evidencias que vinculan a los ancestros de los ahora Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Omán con el antiguo Egipto, Grecia y Turquía.
La Dubai actual data del año 1833, cuando la tribu de Bani Yas, del oasis de Liwa, abandonó su asentamiento en el vecino territorio de Abu Dhabi y llegó dirigida por el jeque Maktoum bin Bati, quien se convirtió en el fundador de la familia Al Maktoum (la cual ha gobernado Dubai hasta hoy). En aquel entonces, los habitantes se establecían en pequeñas comunidades al abrigo de los escasos recursos hídricos existentes. Las labores tradicionales de esa región eran el pastoreo de camellos, ovejas y cabras; el cultivo de dátiles, la pesca, la construcción de botes pesqueros y la búsqueda de perlas. También se dedicaban al comercio.
Pero la vida no era tan pacífica como esto podría hacernos creer. Antiguamente los jeques de la costa este de la Península Arábiga se mantenían temerosos a causa de la violencia e inseguridad provocadas por los atracos de piratas en el Golfo Árabe y por las invasiones del Imperio Otomano. Debido a eso, en mayo de 1853 algunos jefes de la región, entre ellos el de Dubai, decidieron firmar una tregua marítima perpetua con Gran Bretaña para que brindara protección a sus territorios (ya habían firmado una tregua similar en 1820), y para que se hiciera cargo del manejo de sus relaciones exteriores. A cambio, el Reino Unido seguiría asumiendo la custodia y el control de sus bienes. Este acontecimiento marca el inicio del protectorado británico a 7 estados que fueron bautizados con el nombre de Estados de la Tregua. En marzo de 1892 volvieron a firmar otro acuerdo con Gran Bretaña, garantizándole el monopolio sobre la explotación y comercialización de sus recursos.
Debido a su localización en la ruta que conecta con la India, Dubai se convirtió en un lugar de importancia estratégica para los negocios. En 1892 el jeque Maktoum planteó un acuerdo comercial al gobierno británico para poder dar exención completa de impuestos a todos los comerciantes extranjeros (la cual continúa hasta hoy). Al haberse convertido en “puerto libre”, su negocio de reexportaciones –en el que ahora podían importar bienes a precios bajos y de inmediato exportarlos a otros mercados (principalmente Europa)– se aceleró.
El crecimiento económico asociado a las actitudes liberales de los soberanos de Dubai atrajo comerciantes de India e Irán que comenzaron a establecerse en la ciudad creciente. Sin embargo, mientras el comercio se desarrollaba, Dubai seguía siendo políticamente una colonia de Gran Bretaña.
En 1912 nació el jeque Rashid bin Saeed Al Maktoum, a menudo llamado “el padre de Dubai”. Él fue el primer jefe de gobierno que visualizó cómo incrementar el potencial comercial que ofrecía el emirato. Fue responsable de ordenar la construcción del Puerto Rashid para manejar importaciones y reexportaciones por vía marítima, y promover el desarrollo del comercio de oro. El dinamismo económico continuó y el jeque Rashid también ordenó el dragado del puerto Jebel Ali, que actualmente es el puerto de aguas profundas más grande en el mundo.
El jeque Rashid siempre tuvo buena relación con el Reino Unido y se dijo que compartía gran amistad con la Reina Isabel II. Todos sus hijos varones estudiaron en Inglaterra; allí, al igual que en otros países del primer mundo, son conocidos por sus caprichosas posesiones y su estilo de vida sibarita. Hoy en día ambas naciones mantienen lazos fuertes y estrechos entre ellas.
En 1966 se descubrieron yacimientos de petróleo a 120 kms de la costa de Dubai, lo cual introdujo rápidamente marcados cambios en el emirato y su nivel de desarrollo. Las primeras exportaciones de petróleo se hicieron en 1969 y fueron seguidas por un período de crecimiento rápido que plantó las bases de su sociedad actual. Como hemos dicho, este desarrollo fue logrado gracias a la visión del jeque Rashid bin Saeed Al Maktoum y su buen desempeño con las rentas del petróleo Dubaití, a pesar de ser muy modestas con respecto a los estándares de la región.
En 1971 Gran Bretaña abandonó su protectorado en el Golfo Pérsico; consecuentemente, el 2 de diciembre de ese mismo año Dubai, Abu Dhabi, Ajman, Fujairah, Sharjah y Umm Al Qaywayn constituyeron formalmente la federación de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y se declararon independientes. El 11 de febrero de 1972 se les unió el séptimo emirato, Ras Al Khaimah. Tienen un sistema legal que está basado en la constitución de 1971. No hay elecciones de gobierno -el cual es monárquico- ni partidos políticos. En 1973 adoptaron el Dirham como moneda única y oficial (actualmente la tasa de cambio es 3.65 Dirhams / US$ 1.00).
El jeque Rashid murió el 7 de octubre de 1990, pero su legado continúa a través de sus herederos. Fue sucedido en el poder por su hijo mayor, el jeque Maktoum bin Rashid Al Maktoum; al morir éste de un paro cardiaco el 4 de enero de 2006, fue sustituido por su hermano el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, actual soberano de Dubai. Durante muchos años él y quienes le apoyan en asuntos de gobierno han desarrollado ambiciosos planes gracias a los cuales Dubai está mejorando constantemente su educación, salud, tecnología de telecomunicaciones, infraestructura de transporte y energía, y otros temas propios de una sociedad avanzada.
El crecimiento no se detiene
Sólo son necesarias dos palabras para describir el esplendor, la sofisticación, la grandeza y la belleza que de inmediato se perciben al llegar al aeropuerto internacional de Dubai: increíblemente impresionante. En general, lo mismo aplica para toda la metrópoli; especialmente en aquellos sectores donde se concentran grandes torres de oficinas y apartamentos, hoteles, centros comerciales, casas, clubes deportivos, ”souks” (bazares) y restaurantes cuya característica común es la ostentación.
En el año 2008 la población de este emirato casi alcanzaba 1.5 millones de habitantes. Actualmente supera los 2 millones, de los cuales sólo 22% es nativo. Debido a la gran demanda de mano de obra para construcción y a que muchas compañías multinacionales han sido atraídas por los beneficios y encantos que Dubai les ofrece, éste se ha convertido en uno de los lugares más cosmopolitas del mundo. Miles de personas que han llegado principalmente desde India, Irán, Sri Lanka, Pakistán, China, Filipinas, Korea y Bangladesh trabajan duro con la esperanza de poder obtener mejores ingresos para enviarle dinero a sus familias.
A pesar del progreso y desarrollo que los dubaitíes han venido experimentando en los últimos 45 años, ellos valoran sus raíces beduinas y sus tradiciones, las cuales despiertan admiración en los extranjeros. Los museos, fortalezas, palacios, mezquitas y monumentos que ofrece la ciudad son buenas referencias que vale la pena conocer.
En Dubai no se extienden nacionalizaciones; sólo es posible adquirir residencia después de haber realizado inversiones en bienes raíces. Los extranjeros que deben quedarse por razones de trabajo obtienen visas especiales con la misma duración que la de sus contratos. Por supuesto, también extienden visas para turistas, las cuales normalmente tienen entre 15 y 60 días de validez.
Sin duda alguna, Dubai tiene una estrategia muy bien diseñada para poder enfrentar la era posterior al petróleo. Le está apuntando al turismo de alto poder adquisitivo y lo está haciendo sin escatimar recursos. Quiere ser la más alta, la más bella, la más reluciente, la mejor, la más lujosa, la más llamativa del mundo. Las autoridades de gobierno de este emirato saben que los petrodólares están por extinguirse, así que invierten cuantiosas sumas de dinero para ir cambiando paulatinamente su fuente de riqueza. Un dicho que el jeque Rashid hizo famoso reza así: “Mi abuelo anduvo en camello, mi padre anduvo en camello, yo manejo un Mercedes, mi hijo maneja un Land Rover, su hijo va a manejar un Land Rover; pero el hijo de su hijo va a andar en camello”; éste se asocia a la preocupación que él tenía por hacer que Dubai desarrollara una economía capaz de sobresalir aún después del “boom” del oro negro.
A diferencia de algunos de sus países vecinos, los EAU sabiamente se han mantenido alejados de los conflictos asociados a la producción petrolera. También fueron muy astutos en evitar que la inestabilidad provocada en Oriente Medio por la guerra de Irak y el terrorismo de Al Qaeda mermara su floreciente industria turística.
El verano en Dubai puede entenderse como la época que va de mayo a octubre. Durante estos meses la temperatura media oscila entre los 30ºC y los 45ºC bajo la sombra; debido a eso las personas prefieren permanecer en casa o dentro de los centros comerciales, razón por la cual los espacios sin aire acondicionado son poco visitados. Es especialmente en invierno cuando a Dubai le llegan turistas en forma masiva, pues el clima resulta agradable (similar al verano en Guatemala) para hacer recorridos en lugares como mercados, parques, playas, plazas, el canal de agua salada y el desierto.
El idioma oficial de Dubai es el árabe, pero el inglés es más comúnmente usado en todos los lugares que involucran turismo y comercio. Los rótulos publicitarios, las señales de tránsito y los identificadores de vías están escritos en ambos idiomas, lo cual facilita la exploración.
Los vehículos en Dubai son, en su mayoría, de modelos muy recientes; los hay originarios de todo el mundo. Algo que asombra es ver súper-deportivos con mucha frecuencia.
Es importante atender ciertas indicaciones que deben ser puestas en práctica al permanecer en el emirato. Una de ellas es no beber agua directamente de los grifos (aunque los hoteles digan que no hay problema), ya que ha sido demasiado tratada y alterada por procesos de desalinización; el agua embotellada es la mejor opción. Otra es regatear antes de comprar en bazares o mercados. También advierten a las mujeres evitar el uso de prendas muy escotadas o cortas en lugares públicos como centros comerciales y restaurantes (lo cual es algo que las turistas muchas veces pasan por alto). Y una muy importante: evitar a toda costa fotografiar –sin consultar– a aquellas mujeres que lleven puesto algún atuendo musulmán, ya que eso es considerado ofensa.
Al igual que la llegada de turistas, algo que no se detiene en Dubai es la industria de la construcción. Aquí esta actividad tiene estrictas regulaciones, una de las cuales es que los trabajadores utilicen dispositivos de protección contra accidentes. Nada es dejado al azar; casco, lentes, guantes, protectores auditivos y botas con punta de acero son obligatorios, según el riesgo de cada tarea. También usan vestimenta uniforme. Muy propio del lugar es ver a los albañiles con pañuelos colocados sobre cabeza y cuello, para evitar quemaduras de sol, especialmente durante el verano.
Durante esta visita, nuevamente me dio gusto escuchar que las personas se expresan muy bien de la máxima autoridad del emirato, el jeque Mohammed. Comentan cosas como “él está haciendo de Dubai un paraíso pues sabe que eso genera muchas fuentes de trabajo, lo cual nos beneficia. Es un gran líder”. Otra cosa que repiten frecuentemente es “antes aquí todo esto era sólo arena”, a la vez que señalan áreas con grandes edificios y autopistas.
Sin duda alguna, al jeque Mohammed le gusta pensar y actuar en grande. En este lugar no alcanza el tiempo para poder admirar tantas maravillas de ingeniería y arquitectura que han competido por tener los primeros puestos entre los proyectos más ambiciosos que hayan sido vistos por el hombre; algunos de ellos son: el hotel más lujoso del mundo, el edificio más alto del mundo y la isla artificial con forma de palmera.
El hotel 7 estrellas que tiene laminados de oro en las paredes: Burj Al Arab
Ya traducido, su nombre significa “Torre de los Árabes”. Hasta hace pocos años fue considerado el hotel más lujoso del mundo. Este bello edificio –inspirado en una embarcación a vela– fue diseñado por el arquitecto inglés Tom Wright.
Sólo la construcción de su base, una isla de roca, arena y concreto ubicada mar adentro a 280 metros de la playa Jumeirah (Golfo Pérsico), duró casi tres años. Se utilizaron más de 70,000 metros cúbicos de concreto y 9,000 toneladas de acero para construir la estructura, de 321 metros de alto. La obra inició en 1994 y llegó a ser completada en 1999; el hotel fue abierto al público el 1 de diciembre de ese mismo año.
Hablar acerca de tan magnífica edificación implica hacer referencia a algunas de sus características más distintivas, las cuales fueron posibles gracias al equipo de la compañía Atkins Middle East –arquitectos e ingenieros consultores del proyecto-; a la diseñadora de interiores Khuan Chew de KCA International; y por supuesto, a la constructora sudafricana Murray & Roberts. Por ejemplo, podríamos mencionar el lobby más alto del mundo con sus 180 metros de elevación; o los 8,000 metros cuadrados de hojas de oro de 22 kilates y los 24,000 metros cuadrados de mármol presentes en la decoración.
Con un costo superior a los US$650 millones, su diseño cumple con el requerimiento más importante impuesto por su propietario, el Grupo Jumeirah: “que el edificio sea un símbolo distintivo de los EAU y el ícono de Dubai”.
Este hotel cuenta con 28 niveles de doble planta, entre los cuales están distribuidas 202 habitaciones de super lujo que son muy apetecidas por las celebridades de todo el mundo. Además tiene 18 ascensores, piscinas climatizadas al aire libre y bajo techo, 6 lujosos restaurantes en donde se complace cualquier exigencia del paladar, enormes acuarios de agua salada –en el lobby y en uno de los restaurantes–, helipuerto en voladizo montado a gran altura de la fachada, etc. El ingreso para visitantes es posible si previamente se realiza una reservación en la página de internet del hotel. Las fotografías del interior son permitidas sólo en aquellos lugares donde los huéspedes no puedan ser molestados.
El edificio más alto del mundo: Burj Khalifa
Definitivamente, la estructura de este monstruo de 828 m de altura (anteriormente llamado Burj Dubai; le fue cambiado el nombre justo antes de su inauguración en enero de 2010) es el estandarte en diseño de edificios gigantescos. No sólo por su incomparable belleza arquitectónica, sino porque también refleja lo último en ingeniería y tecnología de construcción.
Después de muchos meses de extensas pruebas en túneles de viento, los ingenieros y arquitectos consultores encargados del diseño le dieron una forma única a cada sección de la torre, para provocar diferentes comportamientos en las corrientes de viento a las que podría estar expuesto, previniendo que éstas se encausen y así minimizar los movimientos laterales de la estructura.
Este rascacielos está soportado por una enorme alfombra de concreto reforzado que a su vez es sostenida por un sistema de pilotes de 1.5 metros de diámetro en su base y más de 50 metros de largo. El diseño de dichos elementos se fundamenta en el análisis de una extensa investigación geotécnica y sísmica realizada directamente en el lugar de la obra.
La planta baja del Burj Khalifa tiene 3 grandes alas (parecida a la letra “Y”) que le dan estabilidad, las cuales ascienden cada una a diferente altura haciendo que la estructura del edificio sea más esbelta conforme aumenta su elevación.
Éste es buen momento para aclarar que la construcción de tantos rascacielos no se debe a falta de espacio. Dubai aún tiene amplias áreas desérticas donde sería posible levantar muchas edificaciones destinadas a cualquier uso. La razón del Burj Khalifa, igual que la de los otros megaproyectos, es atraer la atención del mundo sobre esta ciudad; lo cual logra día tras día. Fue planeado como el centro de un gran complejo comercial y residencial cuyo nombre es “Downtown Dubai”; éste incluye, entre otros, el centro comercial más grande del mundo –el Dubai Mall–, el Burj Dubai Lake Hotel, 19 torres residenciales –las Burj Dubai Residences– y lagos artificiales (los cuales lucen sorprendentes cuando se aprecian desde el observatorio ubicado en el nivel 124; esa visita se paga desde el website http://www.burjkhalifa.ae).
El monumental edificio alberga un hotel que ocupa los primeros 39 pisos –en total tiene 205–. Entre los pisos 45 y 108 hay unos 700 apartamentos privados. La mayor parte de los pisos restantes están ocupados por oficinas. Las personas pueden desplazarse de un nivel a otro por medio de 54 ascensores. Sin duda alguna, este megaproyecto refleja las aspiraciones de la humanidad por alcanzar el cielo.
La gigantesca isla artificial con forma de palmera: Palm Jumeirah
Actualmente es la isla más grande jamás construida por el hombre. La construcción de su plataforma inició durante el año 2002 en la zona de Jumeirah –de ahí su nombre–, un distrito de gran auge comercial en Dubai. Sus dimensiones son 5 km de longitud y 5.5 km de ancho. En este proyecto se utilizaron 94 millones de metros cúbicos de arena y siete millones de toneladas de roca.
Esta isla tiene la forma de una palmera cuyo tronco está coronado por 17 ramas; está circunvalada por un enorme rompeolas de 3 secciones, diseñado para evitar que el movimiento del agua erosione el nuevo territorio. Con esta obra, Dubai ganó 78 km de playa y 560 hectáreas de superficie aprovechable, algo muy valioso para el emirato cuya línea costera solamente mide 72 km.
La famosa Palm Jumeirah tiene capacidad para que residan aproximadamente 60,000 personas. Quienes tenían suficiente capacidad económica para comprar allí pudieron escoger entre lujosas casas y edificios de apartamentos. David Beckham, Bill Clinton, Michael Schumacher y Michael Owen son algunos de los famosos que no perdieron la oportunidad. En la zona comercial de esta isla-ciudad, cuyo centro está ubicado en la parte superior del tronco, hay hoteles de renombre mundial; entre ellos un Atlantis (ver la siguiente fotografía). Además, el enorme complejo tiene marinas que pueden albergar cientos de yates; un monorriel y una autopista de 12 carriles que conectan la isla con el continente; centros comerciales, cines, clubes deportivos, etc.
Las siguientes tres fotografías son una aproximación a los edificios de apartamentos que están al iniciar el tronco de la palmera, en la entrada a la isla.
Fue el innovador diseño de la firma Helman Hurley Charvat Peacock, ejecutado principalmente por el contratista Hill International, lo que hizo realidad este sueño que el jeque Mohammed tuvo a principios de los 90’s. Definitivamente es algo más que impresionante.
Existen otros complejos de islas cuyas construcciones no fueron finalizadas debido a la crisis financiera en la que Dubai se vió envuelta a partir de finales del 2009: Palm Jebel Ali, Palm Deira y The World. Aquí cabe decir que afortunadamente para los originarios, los residentes y los que han invertido en ese lugar, la etapa dura ya fue superada.
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